Me centro y me olvido.
Me relajo y me pierdo.
Me encuentro y me arrepiento.
No es tan fácil estar sola en este concierto ancestral de dudas desafinadas.
Ya no puedo verte con claridad en este ciego crepúsculo que empieza a dibujar el otoño. Pero no quiero encontrar tu sombra cuando amanezca. Solo tu sombra. Tu sombra perdida.
No te asustes.
Me voy si me lo pedís.
O me quedo, solo hasta escuchar la sinfonía de tu dicha.
Me centro y me olvido.
Me relajo y me pierdo.
Me encuentro y me arrepiento.